- Y el beber, señor, es el gran provocador de tres cosas.
- ¿Qué tres cosas?
- ¿Pues qué ha de ser? La nariz roja, el sueño y el orinar. En cuanto a la lujuria... la provoca y no la provoca. Sí, provoca el deseo, señor, pero impide realizarlo. Te hace y te deshace, te excita y te desanima, te persuade y te desalienta, te hace firme pero poco duradero.
- Creo que la bebida se te ha subido a la cabeza.
- No, no me pasó de la garganta...
W. Shakespeare. En Macbeth.
Hace 9 años
Jajajaja muchas gracias Loren... muy esclarecedor :-D
ResponderEliminarYo pensando en la sublimación de los deseos, en la represión de los impulsos... y aquí el señor Shakespeare siempre tiene respuesta para todo!!!
De todas formas creo que he encontrado la solución al problema... pero no te la puedo contar por aquí!!
Un abrazo y muchas cañas