miércoles, 10 de junio de 2009

El origen de la epidemia: The Meatrix

Vivimos en la Meatrix, el lugar donde se coció el asunto.

El vídeo: una maravilla. El artículo: un canteo del gran figura Ignacio Ramonet.




http://www.themeatrix1.com/


El artículo:
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=86425

Besos.
Si no gusta, haber escogido la pastilla azul.

Re-fundación

Hoy vuelvo a "fundar" este blog, esta vez quería cambiar la url. "¡hurl!" Así que meteré las entradas antiguas con los comentarios que la gente tuvo la generosidad de ponerme, pero pegaos por mí en comentarios. Cutre pero efectivo.

DEMOCRACIAS


Si hay un hito democrático en la historia, ese es Grecia. Democracia, del griego demos (pueblo) y krateo (gobernar). El gobierno del pueblo. ¿Qué era ese gobierno del pueblo en las democracias griegas? Bien, las ciudades griegas (polis) se organizaban a través de las asambleas populares (ekklesia), desarrolladas en el ágora (la plaza pública, con su mercado). En ellas todos los ciudadanos se reunían para decidir sobre los asuntos públicos, los que les concernían a todos; y deliberaban continuamente, entrando en conflictos de palabra, que se resolvían siempre a través del debate. Así, tomaban las decisiones en conjunto y, si procedía, según el principio de la mayoría. Pero ¿quiénes eran los ciudadanos? Pues tan sólo los varones libres y propietarios nacidos en la propia ciudad. Ciudadanía era sinónimo de guerrero, que no eran otra cosa que hombres que no necesitaban trabajar para ganarse la vida, porque otros lo hacían por ellos (mujeres y esclavos), y que podían costearse una armadura. Nada que ver con lo de ahora, por suerte. La discriminación social, el esclavismo… son cosas que personalmente rechazo. Sin embargo, la democracia como autogobierno, directa, sin intermediarios, ideal de legitimidad; donde la gente elige libremente su destino en conjunto, tomando las propias personas las decisiones que a todos conciernen, es algo que me parece sumamente valioso.

Hoy vivimos otro modelo diferente, pero que también es llamado, y pregonado a los cuatro vientos, democracia. Pero el matiz es que ahora se trata de democracias representativas. De manera que no es el ciudadano (hoy, al fin, todo el mundo, se supone…) quien ejerce el el poder y se autogobierna con sus iguales, sino que los ciudadanos eligen intermediarios. Elegimos representantes. Esos representantes están encargados de llevar nuestra voluntad a un órgano central (el parlamento), donde se decide en función de los deseos de los votantes (supuestamente). Bien, se habla entonces de que la griega era una democracia directa y la nuestra indirecta, representativa.

Hacer algo de forma indirecta es utilizar intermediarios. Es como enviar una carta. Le damos un mensaje a un mensajero y él nos lo lleva intacto al destinatario, que lee exactamente lo que escribimos. ¿Es así la democracia representativa? A lo mejor se parece más a un banco. Yo doy mi dinero a un banco y éste lo invertirá después como mejor le parezca. Puedo poner mi salario en el banco, ver los números de mi cuenta, pero mi dinero puede estar en Taiwán y a ver si vuelve. Es el destino de mi voto según entra en la urna.

Entonces, respecto al modelo griego, ¿es democracia lo que tenemos ahora? Bien, lo cierto es que el sistema político en que vivimos es hijo de las revoluciones inglesa, americana y francesa (no hace tanto); y sus padres fundadores vieron claras diferencias entre la democracia directa y el sistema que ellos defendían, al que llamaban “representativo” o “republicano”, no democrático. Empezó a llamarse, con orgullo, democracia una vez incorporó el sufragio universal y los derechos de ciudadanía. Seguramente recibiera la influencia de las ideas de Rosseau entre otros, que hablaba de la voluntad general, o quizá también se intentó imitar en algo el modelo griego. Es cierto que se mantienen las nociones de igualdad política y gobierno del pueblo, aunque sea a través de otros, pero también es verdad que el modelo actual, en su momento original, fue una opción consciente por oposición a la democracia. Los revolucionarios americanos, por ejemplo, fueron enemigos acérrimos de la democracia. Rechazaban el autogobierno que había en algunas ciudades antes de constituirse los Estados Unidos. Hoy, esos antiguos líderes del “republicanismo” son auténticos símbolos de la “democracia”.

La cuestión ahora es la siguiente. ¿Deseamos recuperar, esta vez para todo el mundo, los mecanismos de la democracia griega; ese espacio de deliberación, decisión, construcción y libertad colectivas, esta vez para todos y todas, a día de hoy? ¿Se podría?
Hoy somos mucha gente, aunque nos repartamos en muchas ciudades. Pero las asambleas de los griegos, con escasos medios técnicos, llegaban a las 5000 personas. ¡5000 personas organizadas para hablar y tomar decisiones! Y funcionaba. Ahora somos muchos montones, pero tenemos algo que nadie ha tenido hasta ahora, las actuales ¡¡¡tecnologías de la comunicación!!! Hala, a pensarlo.

Presentación: Internet es un invento

Internet es un invento. Todo el mundo (excepto el 80 % de la humanidad) tiene acceso a esta red de redes. Es maravilloso, aunque la omnipresencia de las burdas y manipuladoras voces dominantes en la sociedad otra vez se reproduce en internet, la posibilidad para cualquiera de pronunciarse ¡también existe!

Esto no sólo implica que los Zapatistas puedan dar a conocer una visión crítica de las horribles penurias que atraviesan, sino que cualquier persona, cualquier mentecato o cualquier milagro andante, puede comunicarse más allá de las paredes de su casa. Memo o santo aquí entro yo. Probablemente más cerca del lado tonto de la Humanidad, pero con todo el derecho del mundo, hoy decido ponerme a escribir un blog.

El cometido de este blog es compartir mis pensamientos con quien se digne a leerme y malgastar inútilmente unos minutos de su corta vida. Serán, sobre todo, posts de opinión sobre lo social y político. Con todo el cariño, por supuesto. Y con la intención de pensar juntxs, cosas que a ti y a mí nos incumben.