miércoles, 10 de junio de 2009

DEMOCRACIAS


Si hay un hito democrático en la historia, ese es Grecia. Democracia, del griego demos (pueblo) y krateo (gobernar). El gobierno del pueblo. ¿Qué era ese gobierno del pueblo en las democracias griegas? Bien, las ciudades griegas (polis) se organizaban a través de las asambleas populares (ekklesia), desarrolladas en el ágora (la plaza pública, con su mercado). En ellas todos los ciudadanos se reunían para decidir sobre los asuntos públicos, los que les concernían a todos; y deliberaban continuamente, entrando en conflictos de palabra, que se resolvían siempre a través del debate. Así, tomaban las decisiones en conjunto y, si procedía, según el principio de la mayoría. Pero ¿quiénes eran los ciudadanos? Pues tan sólo los varones libres y propietarios nacidos en la propia ciudad. Ciudadanía era sinónimo de guerrero, que no eran otra cosa que hombres que no necesitaban trabajar para ganarse la vida, porque otros lo hacían por ellos (mujeres y esclavos), y que podían costearse una armadura. Nada que ver con lo de ahora, por suerte. La discriminación social, el esclavismo… son cosas que personalmente rechazo. Sin embargo, la democracia como autogobierno, directa, sin intermediarios, ideal de legitimidad; donde la gente elige libremente su destino en conjunto, tomando las propias personas las decisiones que a todos conciernen, es algo que me parece sumamente valioso.

Hoy vivimos otro modelo diferente, pero que también es llamado, y pregonado a los cuatro vientos, democracia. Pero el matiz es que ahora se trata de democracias representativas. De manera que no es el ciudadano (hoy, al fin, todo el mundo, se supone…) quien ejerce el el poder y se autogobierna con sus iguales, sino que los ciudadanos eligen intermediarios. Elegimos representantes. Esos representantes están encargados de llevar nuestra voluntad a un órgano central (el parlamento), donde se decide en función de los deseos de los votantes (supuestamente). Bien, se habla entonces de que la griega era una democracia directa y la nuestra indirecta, representativa.

Hacer algo de forma indirecta es utilizar intermediarios. Es como enviar una carta. Le damos un mensaje a un mensajero y él nos lo lleva intacto al destinatario, que lee exactamente lo que escribimos. ¿Es así la democracia representativa? A lo mejor se parece más a un banco. Yo doy mi dinero a un banco y éste lo invertirá después como mejor le parezca. Puedo poner mi salario en el banco, ver los números de mi cuenta, pero mi dinero puede estar en Taiwán y a ver si vuelve. Es el destino de mi voto según entra en la urna.

Entonces, respecto al modelo griego, ¿es democracia lo que tenemos ahora? Bien, lo cierto es que el sistema político en que vivimos es hijo de las revoluciones inglesa, americana y francesa (no hace tanto); y sus padres fundadores vieron claras diferencias entre la democracia directa y el sistema que ellos defendían, al que llamaban “representativo” o “republicano”, no democrático. Empezó a llamarse, con orgullo, democracia una vez incorporó el sufragio universal y los derechos de ciudadanía. Seguramente recibiera la influencia de las ideas de Rosseau entre otros, que hablaba de la voluntad general, o quizá también se intentó imitar en algo el modelo griego. Es cierto que se mantienen las nociones de igualdad política y gobierno del pueblo, aunque sea a través de otros, pero también es verdad que el modelo actual, en su momento original, fue una opción consciente por oposición a la democracia. Los revolucionarios americanos, por ejemplo, fueron enemigos acérrimos de la democracia. Rechazaban el autogobierno que había en algunas ciudades antes de constituirse los Estados Unidos. Hoy, esos antiguos líderes del “republicanismo” son auténticos símbolos de la “democracia”.

La cuestión ahora es la siguiente. ¿Deseamos recuperar, esta vez para todo el mundo, los mecanismos de la democracia griega; ese espacio de deliberación, decisión, construcción y libertad colectivas, esta vez para todos y todas, a día de hoy? ¿Se podría?
Hoy somos mucha gente, aunque nos repartamos en muchas ciudades. Pero las asambleas de los griegos, con escasos medios técnicos, llegaban a las 5000 personas. ¡5000 personas organizadas para hablar y tomar decisiones! Y funcionaba. Ahora somos muchos montones, pero tenemos algo que nadie ha tenido hasta ahora, las actuales ¡¡¡tecnologías de la comunicación!!! Hala, a pensarlo.

1 comentario:

  1. Berta dijo...
    Amos a ver, si, y no. Quiero decir a parte del hecho de que existiese la democracia en la antigua Grecia y hubiese asambleas y teniendo en contra(desde mi punto de vista)el hecho de que la gente que se erigía en ella eran individuos cuya vida era cómoda, demasiado cómoda y que se dedicaban por "entero" a la vida política. Creo que la democracia es un gran invento, lo cual también es producto de mi educación, pero aún así no resuelve muchas de las cuestiones humanas que sería imposible abarcar en unas asmableas, aun apoyadas por las tecnologias.
    La raiz de la democracia es que el poder reside en el `pueblo, pero ni era democracia en Grecia, ni lo es actualmente y tampoco creo que se solucionase interviniendo todos de manera activa, que i¡utópicamente es maravilloso y voto sí a ello, pero que es completamente inviable en la práctica. No quiero cortar alas ni dejar de soñar que soy joven, pero en ciertos temas me pesa el poner los pies en el suelo, aunque si, sería maravilloso...
    26 de febrero de 2009 3:58

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