Roma, la orgía, el sexo en grupo, relaciones con personas de diferentes sexos; el objetivo: el placer.
El cristianismo, la represión, la pareja heterosexual como referente inquebrantable; el objetivo: la reproducción.
Todo occidente, todas las sociedades procedentes del cristianismo, provienen de un largo periodo histórico en el que el modelo de conducta sexual dominante se preocupaba por censurar el placer y garantizar la reproducción. Sobre este terreno escarpado es donde, desde no hace tanto, hemos estado intentando levantar nuevas formas de relacionarse que, en vez de hacer sufrir, nos hagan a tod@s disfrutar.
A lxs que han buscado disfrutar, además, fuera del modelo dominante de la pareja heterosexual, se les ha reprimido con una amplia gama de técnicas que van desde la tortura y el encarcelamiento, pasando por la patologización y su terapia, hasta el mero hecho de soportar etiquetas: homosexual ahora, invertido o pervertido antes, puta, golfa,etc., etc., etc., también hoy.
Hace 9 años
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